Llevar un diario en esta ciudad es tan dificil como medir el tiempo que dura
acostumbrarse a
estar quieto, inmovil, estatico, anclado en este
barrio-piso-techo-isla-tierra-sol-madrugada.
la ventana me abre hacia el mar y el mar me encierra aqui dentro. no voy a
ninguna parte por que ya ninguna parte me apetece, cuando salgo tampoco salgo
realmente, me quedo siempre estatica ante el olor del salitre, mi ciudad desteñida,
las calles rumiando los desechos de la gente, arriba y abajo, desechos de la gente
que camina y que son su propio desecho.
me abrazo al aburrimiento, a la bulimia de los transeuntes, esquivo codos y
carteras. me abrazo al aire que raspa la garganta, que dobla por mi esquina y se
hace insoportable, sin este filo de mar estariamos muertos, hundidos en las fosas
de la habana.
me hundo en mi taza de cafe, busco refugio bajo cualquier almohada con un
aroma de otro continente, de algun continente, allá, en tierra firme, donde hay
algun lugar hacia donde ir.
jueves, 16 de julio de 2009
Cafe
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Muy bueno,eso es cuba amiga?
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